Larissa es abogada y master en derechos humanos. Fue presidenta y asesora jurídica de la asociación ACCEDER, Acción Estratégica por los derechos humanos. Trabajó también como profesora interina en la Universidad de Costa Rica y fue asesora jurídica para la organización frente por los derechos igualitarios. Participó en numerosos litigios locales e internacionales como litigante y asesora.
Kristin Hansen, CEO y Fundadora de ELLA, hizo la entrevista con ella:
Hablanos un poco de ti, ¿quién eres, qué haces?
Mi nombre es Larissa Arroyo Navarrete. Soy activista por los Derechos Humanos, bisexual y feminista. Nací en Costa Rica y aunque viví algunos años en México y Francia, mi vida, mi carrera y la mayor parte de la gente que quiero está en mi país de origen. Como abogada especialista en derechos humanos, género y diversidades.
Tengo una licenciatura por la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, dos Diplomas de postítulo por el Centro de Derechos Humanos de la facultad de Derecho de la Universidad de Chile: “Derechos Humanos y Mujeres: Centroamérica” y “Derechos Humanos y Mujeres: Estrategias Jurídicas para la Incidencia”, una Maestría en Derechos Humanos por la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, y soy egresada de la Maestría en Justicia Constitucional por la Universidad de Costa Rica.
Trabajo soy directora de la Asociación Ciudadana ACCEDER y también asesora jurídica del FDI, Frente por los Derechos Igualitarios, colectivo costarricense enfocado en acciones para el acceso efectivo a los derechos de la población LBGTI en Costa Rica. Adicionalmente soy consultora experta en derechos humanos, género y diversidades, docente en maestrías y diplomados de derechos humanos y autora de artículos académicos y de opinión así como del blog “La Letra Justa” en el periódico La República que versa sobre temas de discriminación, violencia y Derechos Humanos.
Cuéntanos más sobre la historia de Costa Rica y sobre la situación actual de LGBTIQ en el país.
Costa Rica es un país que gusta de proyectarse internacionalmente como respetuoso de los Derechos Humanos pero actualmente no permite el matrimonio igualitario, no tiene datos sobre crimenes de odio porque no están tipificados como delitos y en general no brinda atención a las personas LBGTI y menos a las mujeres lesbianas y bisexuales. Las iniciativas de buscan protegernos encuentran muchas barreras basadas en creencias religiosas. Este año la Corte Interamericana de DErechos Humanos le dije con una opinión consultiva que tenía que brindar la misma figura jurídica a todas las personas pero el estado costarricense no lo ha querido implementar.
Cuéntanos más sobre la asociación ACCEDER, qué hacéis y cuáles son los proyectos actuales.
ACCEDER es una organización costarricense dedicada a promover acciones estratégicas por los Derechos Humanos como incidencia política y jurídica, litigio nacional y ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos así como ante el Sistema Universal de Derechos Humanos, generación de capacidades y conocimiento en derechos, investigación y fortalecimiento del liderazgo político de las mujeres para el avance de los derechos humanos en Costa Rica.
Trabajamos actualmente alrededor de la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, al ser la herramienta de mayor rango jurídico que por primera vez nos reconoce a nivel convencional derechos para las personas LBGTI. También hemos venido desarrollando en conjunto con otras organizaciones y activistas una agenda de derechos y necesidades de mujeres lesbianas, bisexuales y no heterosexuales en tanto nos diluimos en el gran saco de lo LBGTI. Todo lo que hacemos se basa en la necesidad particular de erradicar la discriminación por género y orientación sexual y por lo tanto nos centramos en mujeres y personas LBGTI
Como saben, estamos planeando un evento ELLA en Costa Rica en 2019, ¿cuáles serían tus esperanzas para este evento?
Mi esperanza es que sea un evento masivo en Costa Rica, que se posicione en los medios de comunicación como un evento único no solo por la connotación de diversidades sexuales sino y sobre todo porque somos las mujeres lesbianas y bisexuales, las más invisibles particularmente en relación a nuestras necesidades pero también con respecto al lugar que ocupamos en el mundo en especial de lo público.
¿Cuándo descubriste que te gustaban las mujeres y cómo saliste del armario?
Yo siempre digo que yo nunca tuve que salir del clóset. Nunca tuve que abrir una puerta porque un día apareció una ventana y simplement seguí con mi vida, como la había venido viviendo solo que ya no me gustaban solo los hombres sino que también me sentía atraíada por las mjeres. Mi historia de como descubrí que era bisexual fue muy diferente a las historias que he escuchado.Nunca estuve en el closet porque nunca me había sentido atraída por una mujer hasta que pasados los 30s por primera vez me sentí atraída por una .
Para ese momento ya era activista por lo cual me pareció que lo más natural era ser igual de pública que con mis parejas que habían sido hombres. Mi madre se distanció de mí por un mes luego me dijo que me amaba y eso fue todo. Aceptó a las dos parejas mujeres que he tenido como siempre lo había hecho con las pasadas. Yo quisiera que todas las mujeres lesbianas y bisexuales tuvieran una historia linda en que sean aceptadas y amadas por sus familias y círculos cercanos.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Soy activista feminista por lo que no hay día y hora de la semana en donde esté planeando alguna acción para reivindicar los derechos humanos de las mujeres y personas LBGTI. Esto no es una buena práctica. Es necesario autocuidarse.
Por esto, es que trato de sacar tiempo para viajar y para hacer actividades que me gusten mucho como ver películas de terror, hacer brunches y cenas con mis amigas, escribir algún artículo, entre otras cosas pero de las cosas que más disfruto es el placer de no hacer nada en compañía de mi perro Jarbito. El arte de no hacer nada es sin duda algo que a las activistas nos cuesta mucho practicar pero que es necesario para sobrevivir.
Háblanos de un evento que te impactó mucho.
Hace dos años me convertí en tía. Fue una experiencia maravillosa y dolorosa al mismo tiempo. Descubrí más de cerca que la maternidad no es lo que a una le cuentan, que hay mucha violencia en contra de las mujeres antes, durante y después del parto, que nos sentimos vulnerables y desprotegidas, porque aunque no fui yo la que tuvo que vivirlo en carne propia, el sentir que la vida de mi hermana y mis sobrinos estaba en mis manos porque ellos estaban en una condición de vulnerabilidad me marcó muchísimo.